Me pierdo en tus retinas,
tu mirada no miente,
sé que sin tocarme
sientes la desnudez
de mi candente cuerpo
que te incita a la lujuria
hasta erizar tu piel.
Seré tu afrodita,
tu diosa exquisita,
que te incita al pecado,
tu fruta madura que con su dulzura
envuelve tus sentidos
y te somete a su entera voluntad.
Te invito a viajar en el impetuoso
mundo de fantásticos colores,
por el camino
de las más desenfrenadas emociones,
a conocer cada punto de mi piel,
a saborear las delicias de la miel.
Beberás del cántaro de la pasión
te embriagaré con el más delirante licor
emanado desde el fondo de mi corazón
como un loco desesperado gritarás
y con tu respiración entrecortada
pedirás más y más.
Llorarás de emoción regocijado
en mi desnuda piel,
sintiendo la humedad con cada gota de sudor,
perderás la conciencia y el pudor.
Ya no existen sábanas
solo nos cobijan
nuestros ardorosos cuerpos
unidos en una sola llama de delirio,
entre gemidos de cálidos orgasmos
se pierde la voluntad.
Anna A. Mendoza G. -Colombia-
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