Tomad la víscera completa
desprovista de piel y de esperanza
digamos por ejemplo el tiempo incompleto
de una vida
que corra el agua
limpiando con esmero su pasado
la válvula espinal de los reproches
cualquier rastro de besos y de hambre
cortad después en láminas severas
el lado más oscuro del rencor
los entresijos solemnes del orgullo
la huella que dejaron los errores
pronunciando en voz baja la palabra corazón
entero vuestro ajado corazón
perdido corazón
hasta doscientas veces.
Del libro Las cartas que debía de
RAFAEL SOLER -Valencia-
Publicado en Luz Cultural
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