Luna llena, que iluminas
con tu bello resplandor,
lleva a mi lejano amor
el ansia que me fulmina
y cruelmente desatina,
este deseo quemante
y con fuerza delirante,
me hace pensar en ella
como la luz que destella
el más precioso diamante.
Tú, que la ves cada noche
en su ventana asomada,
dile, es flor más preciada
y de dulzura derroche,
convertida en bello broche
que desata mis antojos,
ante ella de hinojos
extasiarme en el mirar,
y poderme contemplar
en ese mar de sus ojos.
Luna llena, confidente
de almas enamoradas,
serás mi más fiel aliada
y cómplice consecuente,
a través de ti, presente
con ella yo quiero estar,
para poderle obsequiar
la dulzura que merece,
mi vida le pertenece
y se la quiero entregar.
ROBERTO BATISTA PARGAS -Cuba-
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