miércoles, 26 de agosto de 2015

EL GIGANTE DE OCHO RAMAS


Recordando tiempos de infancia
he dejado atrás mi villa
he andado con firmeza
hasta encontrar la ribera.
Con los brazos estirados
he hallado a mi gigante
le conté hasta ocho ramas
dieciocho metros de alzada.
Gigante mio eres... grande
nadie ha osado podarte
y con tus tallos haríamos:
“un cesto para el avellano.”
Delante tuyo una charca
nadando, truchas y carpas,
más allá había una playa
ahora solamente... cañas.
Sauce mío que bello eres
te reflejas en el agua
al llegar la madrugada.
Te peinan los pajarillos
con sus piquitos de nácar
y los grillos en su locura
emiten sus bellos cantos.
He puesto un lazo dorado
¡gravé en la piedra... tu nombre!
¡y te visitan paisanos!
en sus paseos diarios.

Mª Carmen Palma 

No hay comentarios:

Publicar un comentario