Hay amores misteriosos
hay amores que se viven
entre fuegos muy cruzados
son amores que se viven
sin saber lo que se siente
aumentando sensaciones
compartiendo así tu vida
entre mundos diferentes
pues te sientes muy feliz
teniendo a tu lado
a dos vidas diferentes
no pudiendo ya vivir
sin ninguna de las dos
Sientes que amas
tanto a una
como a otra,
para tenerlas a tu lado
debes inventar
historias tras historias,
no puedes ya vivir
sin ninguna de las dos,
son mentiras
que te inventas
para hacerlas muy feliz,
no puedo ya vivir
sin el color aterciopelado
de tus ojos,
no puedo ya vivir
sin tu sonrisa
sin la suave textura
de tus labios
sumergiéndome
en profundos oasis de pasión,
volando todo el día
entre nubes de ilusiones
Me siento tan feliz
teniendo a las dos
que no puedo ya vivir
sin ninguna de las dos,
siento que las amo
juntas a las dos
compartiendo así mi vida,
tu eres mi luna
ella es mi sol
una es mi alegría
mi crepúsculo de la mañana,
la otra es mi
puesta de sol
mi maravillosa pasión
combinando sentimientos
tan profundos
que vivimos
entre tres,
nunca pude imaginar
que podría yo amar
a dos mujeres
a la vez
Nuestra relación
se ha vuelto
indisoluble
como los miembros
de mi cuerpo,
amo a mi mariana
con la fuerza
de los mares
como amo
a mi pastora
como una tempestad,
si tengo que mentir
para hacerlas muy feliz
cuantas veces
me haga falta
yo por ellas moriré,
cuando no haya
mas mentiras
yo un cielo inventare
azules con estrellas
para hacerlas
tan feliz
olvidándome
a mi mismo
para darme
mas a ellas
lo siento
si pegue
Es que no puedo
ya vivir
sin ninguna
de las dos,
contigo viviré
y por ella moriré
si la muerte
nos separa
iré hasta la muerte
a traerte junto a mi
volveré del mas allá
para verlas a las dos,
nuestro encuentro
son lugares
diferentes cada día,
mis mentiras
son continuas
para no hacerlas sufrir,
ha pasado tanto tiempo
y seguimos muy felices
las amo tanto
como ellas a mi
Mi mariana
mi pastora
son tan felices,
que me siento
tan feliz
de hacerlas
muy feliz,
en este laberinto
de mi vida
no podría yo escoger
a ninguna de las dos,
pues son tan especiales
que no existirían
las noches sin la luna
ni el crepúsculo sin el sol,
vivo para ellas
partiéndome
en mitades
cada día
sin sesar
Ernesto Castillo Aramburu
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