Muerte, disipar la savia,ocaso del ser,
eclipse, no volver más...
La muerte de la propia vida
cuando está sola y vacía,
vacío se queda, se siente el silencio,
ausencia porque se ha ido.
Se siente la pena. No,ni eso;
que ya no hay nada,
solo negrura y abismo.
Muertes todas, unas y otras son lo mismo...
Desapareciendo el tiempo,el espacio se ha ido
para quizás volverlo infinito; se torna tal vez
espejismo lo que tanto y tan fuerte se ha vivido.
Vida, muerte, un círculo que se termina y se cierra.
Adagio triste el que envuelve a la muerte,
esa intrusa que no se espera ni se quiere,
espesura de negrura y niebla,humedad y ciénaga,
a podredumbre y miseria, a vértigo solo cayendo,
partida final para alcanzar el sueño eterno.
Toda muerte es un abandono, una huida de la vida;
para al final de todo esperanza de haber sido...
Existencia y bosque, aliento y realidad singular,
un verso único y raro, criatura extraordinaria.
Ultimo reposo, paz que ansío.
Todas las muertes, todas las vidas,
como una sola... siempre se escribe lo mismo.
KETTY IBAÑEZ
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