Yo no escribo golondrinas, ni amaneceres,
ni puesta de sol, ni flores de rosas teñidas.
Y en las oscuras noches de mi vida,
tamizada de luz de media Luna,
escribo cascadas sin agua, mar revuelto,
rosas deshojadas y desiertos sin dunas.
Y voy caminando, nave perdida,
buscando mi camino, mas nunca lo encuentro.
Cojo un atajo que desemboca en otro atajo,
y ese en otro, y en otro y siempre en otro.
Pesadillas de vientos y mareas.
Quiero llegar y nunca llego
Perdí mi brújula y desde entonces
navego a la deriva.
Pero algún día, esperanza que nunca falta,
llegaré al camino soñado en mis sueños.
Entonces, escribiré golondrinas, amaneceres,
puesta de sol y flores teñidas de rosa.
Rosa Ordóñez Martín -Estepona-
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Hace 1 día
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