Vientre y montaña…
Brazos de cariño y alegría.
Manantiales frescos
brotando vida mía…
Aliento y besos de mi alma
te acurruco en mi pecho…
Brisa fresca que recorre tus mejillas,
arreból de madre cuando te mira.
Mis ojos te recorren y te acarician,
besan tu frente dormida.
Te envuelvo en el manto cálido
del resguardo de tu respirar y aliento.
Me seduce el espejo de tu reflejo,
tus manos se aferran a las mías...
¡Asiate fuerte! cordón de plata y vida,
lazo invisible que siempre a mi te guía…
Soy… TU MADRE-.
Lola Wizner
No hay comentarios:
Publicar un comentario