Lindo hubiera sido verla.
El otoño es sinónimo de calma, un suave viento que te acerca a la llegada, un museo, una idea clara.
Prendés la luz en la noche. Guardás la luna en un frasco; sólo por un rato para que nadie se de cuenta. Jugás con Dios sin que él mismo se consciente, lo agarrás dormido o nervioso mientras miente, ni se entera.
Las hojas del otoño explotan en la vida y todos los sueños pueden ser posibles; no se aflijan, esperen y coman una rica pizza.
ALEJANDRO CARRIQUE -Argentina-
Publicado en la revista Gaceta Virtual 75
No hay comentarios:
Publicar un comentario