El sol se esconde
detrás del espejo
y vuelan por los cielos
maldiciones y quejas.
Ella no dice nada,
deja hablar al poema
para que diga lo que siente.
Sin pudor esa pequeña voz
salpica de pureza
mientras tararea un salmo
que pide indulgencia
a los cuatro vientos.
María Laura Decésare (Argentina)
Publicado en la revista La Urraka 32
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