viernes, 3 de mayo de 2013

MALAKA, MAINAKE, MÁLAGA


Nací cuando se pierde la memoria akásica,
cuando el fuego secreto de la Tierra
pugnaba por salir de sus entrañas
y en millones de estrellas se condensó en los mares,
cuando el furor interno del volcán
unido al alambique de los siglos
provocó el alarido que lanzaba una madre.
Nací cuando el océano se instaló en su lecho
y los montes lloraron sus caudales.
Me bautizó la lluvia
y me pusieron nombres los fenicios
y otros pueblos lejanos,
cuando el astro amarillo asomó entre las nubes,
cuando el viento horadaba las rocas altaneras
grano a grano, brillo a brillo,
concha a concha.
Nací cuando la arena acarició la piel
de ancestrales turistas que ya amaban mi sol.
A galope tendido se desbocan las olas en un surfing
de siglos
y ese flujo y reflujo es sístole y diástole de un viejo
corazón.
que yo, Malaka, Mainake, Málaga, soy tierra y mar,
mar de conchas,
la rueda del Samsara, la noria de la vida,
palacio y laberinto de fortuna.

De Ciudades que me hablaron (inédito) de Mª CARMEN GUZMÁN
Publicado en el libro Siete mujeres frente al mar

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