A veces sin darnos cuenta,
nos metemos demasiado
en la vida de los hijos,
que deberemos soltarnos.
Ellos saben ya lo que quieren,
el destino, está tomado,
hay que dejarles volar,
su vuelo, no el que
nosotros queramos.
Les hacemos dependientes,
de nuestro amor protegidos,
todo eso esta bien,
pero que vuelen tranquilos´.
Y asi aprenderán que su vida
e solo suya, por mucho que
los queramos, de cada uno
es la suya.
No debemos sobreprotegerlos,
se harán débiles así,
esta bien servir de apoyo
pero dejarles vivir.
Su vida ya es su vida,
solo consejos se dan,
pero cuando cogen vuelo,
que vuelen en libertad.
Mirar a los animales,
ejemplo siempre nos dan,
cuando se sienten mayores,
dejan el nido y se van...
MARI BERTA GONZÁLEZ PÉREZ
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