martes, 28 de mayo de 2013

DOMINGOS DE AYER

Al ritmo de fiesta y canción,
pasan los domingos por mi habitación…,
y van palpando el cabecero de mi cama
como en oración….

No hay domingo que no pase,
haga el recorrido con la oración,
de la vuelta a la cama,
me mira…, y me dice adiós...

El próximo domingo lo esperare yo…
Estaré engalanada con mi mejor
traje y mis zapatos de tacón,
maquillaje con sabor a descostumbre
y peinado pasado de moda, como yo…

Y llega el domingo, viene tarde
y, con aire de bufón, me mira
sonriendo, me vuelve a mirar…,
y sus carcajadas me llegan al corazón…

Es tal mi dolor, que atranco
la puerta, cierro las ventanas,
echo las cortinas, y por luz
una vela en el rincón…

Y al llegar el domingo, vuelve
a su visita de la risión,
se encuentra la puerta atrancada,
a cal y canto y sin opción…

Volverá otra semana, y la puerta
abierta estará, no habrá cama,
ni traje, ni zapatos de tacón…,
no andaré maquillada,
ni peinada… ¡tampoco estaré yo!

LOLA WIZNER

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