Creador
del cielo y la tierra
¿por qué concebir la guerra?
¿por qué el yugo y el dolor?
Si nos hiciste al fragor
de la mujer y del hombre
¿por qué se lapida el nombre
tan inocente, del sexo?
Si es el designio convexo
de la llama.
Que no asombre
el sufrimiento de escudo
como fatal ajedrez.
Que no mutile el revés
nuestro derecho al desnudo
Oh, Dios, el hombre no pudo
en soslayada vigilia
pecar, porque no concilia
la sed que provoca el agua.
(El hombre es sólo una fragua
que en el pecado se exilia.)
Del libro Los césares olvidados de ODALYS LEYVA ROSABAL
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Hace 1 día
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