Sol crepuscular, llego por el este a la orilla del gran río, lloro.
En el Longyou, en las Fuentes del Río, ya no cultivan la tierra.
Los jinetes tártaros y los guerreros tibetanos han entrado
en los países de Ba y Shu.
Grandes olas salpican hasta el cielo, el viento arranca los árboles.
Delante vuelan las grullas calvas, detrás los cisnes.
Por novena vez envío una carta a Luoyang:
Hace diez años que no se de mis hermanos.
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