lunes, 7 de mayo de 2012

EROSIÓN

Veo como si se tratara de una película,
cómo se van degradando los sustratos de mi vida.

El agua es un grifo desangrado
a brochazos translucidos,
el hielo placas de odio,
el calor revienta las tuberías de las arterias
de mi coraza,
el frío la ausencia de tos en una montaña mágica.

Mi ciclo geográfico erosiona
y agrieta,
el pellejo de la envidia,
moldeando los caminos de los márgenes interiores
de mi reputación.

El desastre nunca fue una casa colgante
entre la vegetación.

El desierto que es mi calma se come la noche.

No escucho las atrocidades de los corazones del mundo
atados,
con cuerdas
con sogas de nudos marineros
con ojos de pescados muertos
con escamas en los grilletes.

Es el corazón el mal obligado
en el desierto de la sinrazón.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

No hay comentarios:

Publicar un comentario