jueves, 3 de mayo de 2012

ABANICAR


Con ánimo zumba el aire
meciendo sus rojas alas
en el calor de la tarde.
¿Muleta o mariposa?
¿A dónde parten las ondas
con brisa de abaniqueo?
Él no se siente iracundo
en su nobleza sin tiempo.
Se deja acariciar
como último adiós
y.. cae herido sobre el ruedo.
Acorneó cuanto pudo,
fue al engaño con denuedo
…es tarde, no puede más
busca refugio y cae,
ante la puerta de chiqueros…

Mayte Andrade -Benicarló/Castellón-
De mi libro ”Querencias Taurinas”ed.2001

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