LA ALHAMBRAEstoy mirando la Alhambra.
Veo lágrimas en sus murallas.
Siento que muchos ojos me desnudan.
Son ojos moros y cristianos.
Son ojos grises, azules y negros.
Son chiquillos que juegan con las nubes.
Son doncellas que besan a escondidas.
Son soldados que matan sin piedad.
Son gentes fascinadas por la belleza
de sus jardines y fuentes.
Son miradas de ayer, de hoy, de mañana.
Estoy paseando la Alhambra.
En las habitaciones duermen huríes
entre sábanas blancas y colchas de colores.
En las habitaciones fuma el moro.
En los jardines oyen caer el agua.
En las torres juegan con el viento.
En los baños huele a rosas.
En las fuetes el sudor se mezcla
con el agua transparente.
En los caminos pasean conmigo
el moro viejo y el cristiano joven.
Estoy soñando en la Alhambra.
Oigo flautas, laúdes y tambores.
Oigo toques de guerra.
Oigo guitarras flamencas.
Oigo voces dulces y melodiosas.
Oigo voces agresivas e hirientes.
Oigo cantes quejumbrosos.
Oigo llantos angustiados.
Oigo mi voz conversando
con las sombras del pasado.
Oigo promesas de amor
y una canción desesperada.
JOSÉ LUIS RUBIO
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