POEMA

ATARDECER ENTRE ÁRBOLES

El último reflejo de los árboles
en el agua, el último,
mezcla el gris, el naranja
y el amarillo dejando para el azul
apenas un diminuto hueco.

Esto me desasosiega porque yo vivo,
siento y pienso en azul
y necesito que ese azul
lo llene todo para que mi reflejo
sea contundente y estridente.

Con el atardecer
todo se va convirtiendo
poco a poco en una mancha
negra carente de toda diversidad
donde solo quedan desconocidos sonidos.

Detesto cuanto se esconde
tras el atardecer más espléndido.
Detesto la masificación a la que nos conduce
porque destruye la luz
y con ella la belleza del color.

Con el atardecer que nos envuelve
ni queda color, ni variedad
todo se confunde en un conjunto
indivisible que deja los ojos ciegos,
hundido en inquietantes sombras.

Me rebelo contra mi ceguera
porque he de ver cada cosa
sin confundirla para dar
a cada una su exacto nombre
para no sentirme engañado.

JOSÉ LUIS RUBIO