No me ves, yo te veo
Por ti hay amanecer, por ti despierto
en sonrisas de espuma cada día;
por ti escucho serena melodía
de violines en mágico concierto.
Dejo mi desnudez al descubierto
de tu mirada, ciega compañía;
no me ves, yo te veo, qué baldía
presencia ambigua que yo solo advierto.
Pero estás. Casi me unzo a tu figura,
yugo común y lúbrica atadura,
rodando el carro de apremiante amor.
Ah, vigor de la mente enamorada,
creadora de mundos en que nada
se realiza, y es todo arrollador.
Solo y sin ti
Solo y sin ti; desalentado espero:
Pierdan fuerza los pies de cada hora.
Inicias el camino; se incorpora
mi fe a la acción, su ritmo es más ligero.
Te aproximas; percibo tu velero
sobre la azul sonrisa de la aurora.
Llegas, al fin, y el tiempo se evapora;
ya no hay reloj, y se borró el sendero.
Tu forma, elaborada por la mente,
cobra autenticidad, ya no es ausente
sombra o perfil, mas realidad tajante.
Es cuerpo y alma en cópula y abrazo,
exaltación del tacto, ramalazo
sobre cada sentido del amante.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
DE FACEBOOK - 6192 - LECTURAS DE 2024
Hace 1 día
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