Que lenta pasa mi vida
en este diario esperar,
donde tan solo pensar
en ti, es acción seguida,
mi alma está concebida
para que tú la poseas,
y que solamente seas
la que calmes mis excesos,
mis deseos están presos
de mi bella Dulcinea.
Si junto a mí, no estás
el tiempo muy lento pasa,
y el desespero me abraza
por tan terrible compás
de espera, como si jamás
yo te volviera a tener,
es como no amanecer
en una eterna noche,
de culpas hago derroche
sintiéndome perecer.
Y cuando juntos estamos
el tiempo como paloma,
vuela y mi alma toma
todo lo que anhelamos,
en corto tiempo nos damos
tantas caricias y besos,
como ángeles traviesos
para el tiempo aprovechar
y volvernos a encontrar
en momentos tan excelsos.
Roberto Batista Pargas -CUBA-
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