Te amo como ama el sol a la ensenada,
que escondida y en calma allí le espera.
Te amo como el sol del mediodía, que quema, que calcina y desespera.
Y es que este amor ¡oh vida mía!
por momentos me lleva al cenit y
me hipnotiza.
Perturba la quietud de mis razones y paraliza.
Amarte más, ya no podría,
más que mi sol, eres un universo de alegrías.
Imaginación febril,
sueños de amarte en una eternidad, para los dos, en contravía.
Que tú me ames con la fuerza mía
y yo te ame con la fuerza mía.
Así siempre estaré segura
que seré tu ensenada
y tú mi sol de mediodía.
Mayda Álvarez Ferrer.
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