Te miro silenciosa sobre el lecho
regando tu erotismo con arrojo,
enciendes presurosa nuestro antojo
grabando tus labiales en mi pecho.
Te pienso la afrodita que al acecho
despierta mis instintos por manojo
y siembra sus caricias con arrojo
encima de mi cuerpo insatisfecho.
Percibo los olores a jazmines
que exudas simulando unos desvelos
con sueños saturados de arlequines.
Admito que me atrapes en tus duelos
más pido que mi cuerpo tú calcines
y lances mis cenizas a los cielos.
Jerry Méndez -México-
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