"Sabe si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos,
también puede besar con la mirada"
Gustavo Adolfo Bécquer.
Insólito y callado pasa el tiempo,
en cuerpos donde todo se percibe;
cabello rosa, o blanco que suscribe,
en partitura azul sin contratiempo.
La cana se desgrana en pasatiempo
liando a la razón que lo prescribe,
y duerme en paraíso que lo inscribe
buscando la verdad de su entretiempo.
Pero hay una verdad irrefutable,
la frente con el niño está aliada
sin tiempo en el reloj, imperturbable.
Atisba cielo y tierra en posesión
y en verso cuenta al mundo su alborada...
¡Bendita seas siempre, inspiración!.
Carmen Azparren Caballero
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