Después del silencio
unas manos rebeldes,
unos pasos firmes
y una voz humana.
Después del silencio
sangre
fuego,
y llanto.
Después del silencio
un cuerpo torturado,
una celda húmeda sin ventanas,
el urinario oxidado y viejo
y una cama de hormigón.
Después del silencio,
rastros de balas sobre el muro
y sobre el corazón.
Edward Haghverdian -Armenia- (Traducción de Mohsen Emadi, Vahe Armen y Arturo Loera)
Publicado en Periódico de poesía 92
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