ME VIGILAN

Cientos de ojos me vigilan,
sin vigilarme, siguiendo
mis pasos que se pierden en la sombra.
Están ahí, detrás, delante, a los lados,
pidiéndome que explique
porque me escondo en la oscuridad.

No voy a contar nada porque mis actos,
mientras no perjudiquen a nadie,
son mi responsabilidad y haré
aquello que piense me permita
dar un mayor protagonismo a mis sentimientos.
No cederé a la presión de ningún ojo.

Tengo mi camino trazado
y no retrocederé ante ningún viento
sople de donde sople. Es más aprovecharé
su fuerza para alcanzar antes la meta.
Estoy seguro que esos ojos que me miran
acabarán con las barreras que me rodean.

Se integrarán en mí y juntos veremos
más claramente los obstáculos
analizando cada detalle meticulosamente
sin dejar nada a la improvisación
eliminando cualquier error
que atrase la culminación de mi proyecto.

JOSÉ LUIS RUBIO