sábado, 1 de noviembre de 2014

CABALGANDO LA NOCHE


Despierto a medianoche
con el alma desnuda extiendo los brazos
queriendo alcanzarte
soy una estrella lejana en el firmamento
que ahueca la tristeza con sus manos.
Cabalgo la noche por el universo mundo,
hasta chocar contra la espuma
que tomo con mi boca y me transforma en ola.
Te abro la puerta de mis sueños
y como Cruzada sin nombre marcho por la noche oscura.
He querido nombrarte mi escudero
para que me traigas las luciérnagas encantadas
ahuyentes los signos, las señales, la mala hora,
las ánimas en pena.
Te abro las puertas escudero
para que dejes entrar el arcoíris
y el viento sacuda mis ansias
vuele las cenizas de mis llantos
y pueda yo escribir tu nombre.
El mismo pensamiento
la misma antorcha
las mismas manos empuñándolas.
Y veo palomas blancas volando al infinito sin límite.
Todo lo veo escrito en tu corazón:
mi rostro perfilado y marcado en tu pecho
como fotografía amarillenta,
Soy una rosa con corazón de tigra,
y para vos una fiera por domar.
Yo he hecho un mundo de colores para tu alma.

GLORIA GABUARDI
Publicado en la revista Arquitrave 55

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