Milhojas en mil hojas
Impertérritas, crujientes,
Limpidas de sudor y resquemor.
Ubícuas milhojas en mil hojas
Nada sabe tan dulce como su piel,
Ahora sé que mil no son nada.
Antaño entendí,
Laborioso, leal y libertino,
Dónde empezaba,
Implacable e impenitente
Algo sobre el valor de la constancia.
Nota: Esta es mi "Una al día" número 1001 por ello, cual homenaje, he querido empezar cada "renglón" de tal manera que se leyera "algo", aparte de titularla así.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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