Los niños de Diego Rivera
posan sus ojos en la tierra
como un reclamo la cuna que jamás puede ser negada
En otro lado de la escena la adolescente bailarina de Degas
se arregla una de las sedas que sostiene en
los hombros como si acabara el espectáculo
El niño de Pisasso quizá un fauno con sus cuernos alerta
y los tallos en los labios proyecta una danza que florece
Da Vinci-niño sale por entre las nubes de un cielo
que arrulla la lluvia presagiando un hombre más perfecto
El fauno en el laberinto con su cabellera de serpiente en medio de relámpagos
encuentra la noche rural
Aparece en el baile de los niños
Se le ve con la bailarina de Degas elevarse
por un cielo rojo de Chagall
CELEDONIO ORJUELA DUARTE
Publicado en Vino y Poesía
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