Solemne aroma,
mudo sonido,
antiguo saber
el del viejo olivo.
Sacerdotes cargados
con ramas de ciencias
llevan a Apolo el árbol
de las creencias.
Fuerte y potente
grandes silencios
desde la lira,
llevan las almas.
Y las divinas
suben al cielo
desde una encina.
Vuelan leyendas
de oro y laurel,
pechos con tristeza
de fuego y miel.
Casto y viril,
con ansia incierta
el viento en los robles
cantaba ideas,
de benditas pasiones
de hombres de aldea.
Y entre temores
sobre cordaje de estrellas
los ruiseñores.
PEDRO JESÚS CORTÉS ZAFRA -Málaga-
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