Te busco en el aire,
en los aromas frescos de las flores,
en el canto de los pájaros,
que podrían trinar tu nombre.
A veces,
en el silencio de la noche,
me parece escuchar tu voz,
con esa sin igual forma de reírte.
No existe el vacío del silencio... Hay un tenue murmullo de ti en toda mi noche oscura.
Para que veas que no tienes que hacer mucho para enamorarme, sólo... existir.
La princesa es luz... la princesa es ese aroma que endulza la vida...
Eres la brisa suave que cae sobre mi ser y calma mi calor.
Juan David Romero -Colombia-
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