ESCALOFRÍO

Quiero incendiar tus ojos cuando me leas,
que te dé escalofrío mi palabra,
que se te quemen las entrañas
y no se sacie
tu sed.
¡Quiero, todo!
El alarido de tu cuerpo,
la emoción de calcinarte
las pupilas,
el acelerado latir de tus locuras
haciéndose lava
en la agonía de tus piernas.
¡Quiero que escarbes y te escondas!
Cuando sientas que mi cuerpo
te reclama.
¡Ocúltate de mundo!
Necesito que te deshagas
en tan intensa evocación,
imaginándome a mí
seduciéndote
la sombra.
¡Que mi voz te devore!
Que tu alma tenga miedo
de esfumarse
y tan solo,
sienta
ganas de gritar.
¡Hoy mi verbo es tuyo!
Se hace eco en la cadencia de la noche
recorriendo la espalda
de mis letras,
adagio lacerante
taladrando mi memoria.
Tu acento me aborda…
Talla filamentos
tras la apología
de mil estertores,
rememorando
la alucinante
antología
de la gloria.
Eres…
Las alas del poema,
el desmayo de la rosa,
el fulgor inconmensurable,
el secreto
de mis secretos.
Somos…
La sensación desprevenida,
la incógnita oculta
entre los velos
de la vida,
misterioso mutismo
asido al umbral rojo
de la luna.
El cosmos
ha concebido
una flor,
sus estrellas son gemidos
comiéndose
por dentro,
la profundidad de un beso
nos encierra
en su mirada.
¡La razón se desvanece!
Vencemos al raciocinio
al ritmo desconcertado
de los labios.
Seguimos…
¡Ya nada nos detiene!
Solo dos
envueltos
en el éxtasis,
exigiendo
el vahído
de la fascinación.
¡Estallo!
Me parto en mil pedazos
y siento que muero,
abrazada al frenesí que exige
tu forma de amarme.
Penetras mis espacios
colmándome de flamas,
ansiedad exaltada
en la posesión absoluta
del nosotros
y es esta entrega voraz,
la mordaza que busca
liberarse,
remolino de filos
ajusticiando,
la vulnerabilidad
de tu boca.

Scarlet C