Me olvidé de escribir
Pensando que ya todo estaba dicho
Que no había nada más que aclarar
Pedido en los recovecos de tu añorada distancia
En las naguas que siempre quedaron grandes para mí
En las difuminadas luces de neón de aquel lugar que llamabas casa
Donde por primera vez conocí a mujer tan completa
Pero, que ironía no se hallaba así misma
Donde dejé mis miedos y mis apatías para conocer el mundo
Guardados en un cuarto de dos por dos
Sin que nadie interrumpiera esos momentos de pasión interminable
Esas hora llanas y yermas que solo alimentaban el libido
El desenfreno de dos seres que no conocieron límites
Y supe que te perdí
Cuando inerme te encontré con otro en la cama y me dijiste adiós
El espejo solo refleja al hombre que nunca quise ser
Aquél que se olvidó de escribir lo que contigo aprendió
Abraham Méndez -México-
No hay comentarios:
Publicar un comentario