Caballo: Escribir.
Como un caballo cuando corre desbocado, sin parar;
y corre y corre y corre y con sus manos rasgando va, plantas y tierra,
mientras sus patas lo lanzan como si fuera a volar; y sus crines
su cuello zarandean; mientras su tupé ladea sobre su hermosa cabeza,
cabeza que al correr alegre mueve; a la vez que su cola parece desafiar
a los valles, los ríos, y, las montañas que cruza desde la grandiosidad,
qué es sentir la libertad, como sólo él la siente…
…así, escribo yo mis novelas, como el caballo, caballo que parece ir
huyendo y buscando al mismo tiempo, muriendo.
Fueron dando un largo paseo por una Gran Avenida, avenida que en su día, fue paso del agua, agua que como un torrente bajaba en días de fuerte lluvia, lluvia caprichosa en primavera y tormentosa en verano, y, pertinaz en otoño. Muchas hojas en el suelo, secas y doloridas hojas, hojas que del verano venían, y en primavera crecieron, dieron sombra y alegría, y ahora ya no servían, más que para ser pisadas, por gente que paseaba y, que con su crujir de hojas secas, a todos acompañaban, a los tristes y contentos, hojas, que luego se las llevaría el viento, serían amontonadas, sucumbiendo sin aliento, ya muertas.
Julio Guzmán Sanchis.
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Hace 1 día
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