miércoles, 20 de enero de 2021

A UNA JOVENCITA QUE MURIÓ DURANTE UNA MUTILACIÓN GENITAL


Él abre la herida en el cuerpo de la flor

como quien quisiera revertir un injerto

seccionar la belleza

extraer la semilla de la alegría

del desenfado adolescente

Pretencioso guardián de lo sublime

tiende la emboscada

y da inicio a un ritual que permanece

a espaldas del tiempo

Excava hasta encontrar la raíz principal

traza una incisión

accidentalmente remueve el destello

Algo deja de palpitar en sus manos

Ya no importaría que la herida

apenas rozara el húmedo pétalo

La muerte

subcutánea

ha sentido el olor de la flor tierna

conoce su soledad, su desamparo

su situación clandestina

y está sedienta 

 Damarys González Sandoval -Venezuela-

Publicada en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas


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