Aun recuerdo aquel día
en que te marchaste temprano,
mi corazón sentía
que se quedaba abandonado.
Fue como fiel presagio
el que no toca en vano,
entonces sentí tu ausencia
y mira amigo solo tuve que
llorarlo.
Te llevaste el corazón
y un poquito de mi alma,
te llevaste mi razón
y el sentido de mi calma.
Hoy te sueño despierto
y te sueño y te quiero,
y en mi hermoso laberinto
solo voy solo, solo.
.....aunque solo sea un
momento,
un momento con acierto.
ANTONIO NAVARRO ROJAS
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