Niebla y frío, lluvia y hastío
Recorren los rincones de las calles
desiertas y heladas
Noche de penumbra y recuerdos
gélidos,
Como el aliento de la muerte.
Mientras, las luces de neón
Se confunden con el esmeralda de unos
ojos
Que ya no encuentro por las esquinas
de la vida
Ah! Es triste caminar sin esperanza
Hacia el ocaso del olvido.
¿Por qué te fuiste amada mía?
¿Qué es lo que buscas que en mí no
hallas?
Acaso ansías nuevas pasiones,
Palpitantes de un fuego que no acaba?
¿O quizás huyes del crono del tiempo
Porque te asfixia y te ata
Con los lazos del recuerdo
De un futuro que te desangra?
No me matas, me basto yo sólo para ello
Porque en mi vacío no encuentro
Sino máscaras de tu rostro
inmisericorde
Que se mofa de mi Alma
Hoy se que la belleza en exceso
Clava en Alma dagas afiliadas
Cuyas heridas no cicatrizan,
Porque tus dagas están mojadas
Con el veneno que no cesa!
A que lenta y cruel agonía postergas mi
Alma?
Acaso cabe imaginar peor castigo?
¡Me condenas porque te amo,
Me destierras al mundo de los
desencarnados en vida!
Dime cual fue mi pecado
Porque renuncio al mundo de los vivos
Donde en el Altar quemas
Incienso embriagado de desesperanzas
Que bella eres malvada mía,
...Incluso cuando MATAS.
Javier Cintas
Publicado en la revista LetrasTRL 41
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