
TU DANZA, MI CANCIÓN
Quisiera repetir la melodía
que me vistió la piel de ondulaciones,
y entrelazar violines y trombones
en tu suave y violenta compañía.
El eco duerme ya en la lejanía,
despiértame de nuevo tus canciones,
que no me queda más que las visiones
de tu desnudo y mi melancolía.
Cánteme tu sonrisa innumerable,
deja que el brillo de tus ojos me hable,
envíame tus manos viajeras;
mira que está mi selva alborotada,
y sólo tu canción apasionada
será capaz de apaciguar mis fieras.
Francisco Alvarez Hidalgo -Los Ángeles-
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