sábado, 3 de diciembre de 2011

BREVERÍAS



2216

Vino la luz al mundo. Fue una hoguera
incendiando las almas; cada una
tuvo su propia llama, pregonera
del manso fuego que nació en la cuna,
brote de tan radiante primavera,
en noche de ángeles, amor y luna.
Vino la luz, la redención, la vida,
que abraza a todos, que a ninguno olvida.


2217

Estás hecha de brisa,
de murmullos, de miel, de borboteo;
se cruzan en ti vientos y oleaje.

Mucho más Afrodita que Artemisa;
mucho más que alboroto, ronroneo;
tanto de acción y tanto de lenguaje.

Esquematizas el gentil trinomio
de mundo, carne y servicial demonio.


2218

Me has encendido, y al arder la vela
sobre mi palmatoria,
se me inflaman la noche y el cerebro,

y el alma toda se me desnivela,
durmiéndoseme ociosa la memoria,
y por ti, y a tu lado, lo celebro.

Sólo hay sombras allende nuestro entorno,
la quintaesencia aquí, y allí el adorno.


2219

Sigo hablándote. Sé que no me escuchas,
y tampoco lo harías si me oyeras.
Hay un desierto gris que nos separa.

Mi diálogo es monólogo. Son muchas
las cosas que no dije, las esperas
a que tu intimidad no se acercara.

Para no reventar hablo y me explico.
Y me escucho, y me entiendo, y no suplico.


2220

Te vi en la librería.
Eras un arbotante de mujer,
como intentando sostener el muro.

Y si yo acaso, estremecido, un día
en peligro estuviera de caer,
¿tenderías tu brazo a mi futuro?

FRANCISCO ALVAREZ HIDALGO-Los Angeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario