Me pregunto cómo habremos llegado
a este estado de miedo y desconcierto,
a este pozo de brumas sin espejos,
de soledades tristes y angustiadas.
Me pregunto si el hombre es solo humano
o hay otras razas que usurpan su lugar
para apresar su esencia entre tentáculos
de frecuencias abiertas al averno.
Tanto destello de adicción profunda,
tanta promesa que es banal chatarra,
tanto periplo por los cauces yertos
de la sombra infecunda y traicionera.
¿Dónde está mi raza, especial y libre,
sagrado mundo donde nace el héroe ,
dónde la hazaña que inocule al viento
la noticia feliz del poderío?
Han cambiado los signos del poder ,
es la consciencia la indomable arma
que surge de la luz y la palabra
su noble mensajera imperturbable.
Me pregunto qué sentido tiene
atesorar los años junto al miedo
y no querer saber que somos luz
con potestad para crear el mundo.
Isabel A. M. Miralles
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