“Gracias por llegar a mi vida, por hacerla cada día mejor, gracias por apoyarme y escucharme, gracias por ser esa persona que necesito, gracias por estar conmigo siempre, solo hazme un favor; ¡no te vayas nunca!, quédate conmigo aunque parezca difícil, pondré de mi parte para que siempre estemos bien”.
Has flechado en mi alma inspirada, suspiro al verte contemplar tu bella imagen candorosa, que me llena de satisfacción y crea en mí, un mundo quimérico de emociones y sueños tan hermosos y que gozo en la plenitud de los recuerdos; creo y sé que la convivencia de dos corazones son tan hermosas y luminosas, porque el amore es lo más sagrado del Universo, haré hasta lo imposible de ser la persona que tú ha soñado, el príncipe de tus sueños, aquel varón que con su sonrisa, te encandila diariamente; me comportaré como el enamorado que sonríe tiernamente al verla feliz a su amada, seré el caballeroso cotidiano que lo mereces por ser la princesa más maravillosa que he conocido; seré tu vate luminoso y confiable, plasmando versos tan profundísimos del alma que me brota como destellos relampagueantes de amore dulcificado; seré tu compañero tan comprensivo y tolerante, tu eterno acompañante porque vislumbro un Universo romántico, alegre y feliz, tan encantador irradiando a la colectividad, que el amore es más luminoso que Dios nos ha dado y velaré tus sueños, porque comprendo que estando tú a mi lado, es el paraíso divino terrenal que Dios brinda para que la felicidad perdure por siempre.
¡AMÁNDOTE CON TODA MI ALMA, FORJARÉ LA FELICIDAD SOÑADA!
Julio César Portella Medina -Perú-
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