Mañana será un día como otro.
Yo me levantaré casi dormido
y tú
te quejarás de dolores en la espalda,
yo también los tendré y sufriré callado,
¿para qué agregar maldiciones a nuestros huesos?
Simplemente diré: es el colchón,
hace mucho que sus muelles nos soportan.
Y tú responderás igual que ayer:
es verdad, mi amor,
nunca debimos confiar a un colchón
los recuerdos felices
que guardan nuestros cuerpos.
Del libro En la redondez del tiempo de
MIGUEL CRISPÍN SOTOMAYOR -Cuba-
Publicado en Editorial Alebrijes
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