domingo, 27 de diciembre de 2015

QUÉDATE... (¡CONMIGO!)


No hay despedida sin mirarte
y sentir tus labios en los míos.
El adiós resiente lo arrogante,
devuelve soledades y hastíos.

El adiós, una triste despedida,
la mirada su más triste reflejo,
el recuerdo aferrado a mi vida
tu vida pegada a mí, mi espejo.

Eres alegrías en mis quimeras
mi luz encendida, mi alborada,
eres cielo, sol, las primaveras.
¡Contigo el todo y no soy nada!

Del libro Eterna Primavera de José Rafael Díaz -Puerto Rico-

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