BUCEANDO UN SUEÑO
La vida, siempre me condujo hacia grandes sueños
a escuchar la dulce armonía de la existencia
a escalar hasta las cúspides
a volar como cóndor
y ahí estabas, en los recovecos del subconsciente
como un meteoro deambulando por el universo
circundante
cual jirón extraviado del conocimiento
para serte sincero, te recuerdo
porque te he visto antes
no fue con mis ojos, sino con mi mente
también pude haberte visto con mi corazón
no estoy seguro…
Todo me resulta inefable
y al mismo tiempo, palpable
estuviste conmigo
no creo que lo entiendas, pero me salvaste la vida
y no eras Dios, no eras persona, ni siquiera poesía
simplemente fuiste un disparatado sueño
un tanto borroso, ciertamente hermoso
y me alimentaste
porque de esa sustancia estoy hecho
de prolíferos sueños
mas cuando desperté
supe, quién era quién
aprendí a valorar
aprendí a vivir
y al ver esta imagen de las botas
volviste a mí
me sumergí en ti…
Hoy, mis burdas letras
bucean tus profundidades
te veneran
y con enaltecido sentimiento
vienen a decirte
¡Gracias, majestuoso sueño!
LA LÁGRIMA
El desamor desbarató las ilusiones
las inclemencias acoplaron cada minuto…
Y desde las profundidades del lagrimal
nacía una titilante gota.
Inducida por la tristeza, emergió
e inició su peregrinaje
atravesando el reino de los párpados.
Luego de explorar los pómulos
se acanaló en una de las comisuras
recorrió los fueguinos labios
donde, las indiscretas papilas
degustaron los siete mares…
Fugándose de sí misma
se desprendió del rostro
y en caída libre
atravesó la volátil geografía mundana
hasta provocar una sedosa onda
en la superficie del río…
Desde entonces
durante las alboradas
disgregada entre la despiadada corriente
navega
implorando una reconciliación
entre su creadora y el amor perdido.
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