Dime, querido Víctor, ¿cómo ves lo que el mundo se enfrenta hoy?
Hay un espectáculo más grande que el mar, que es el cielo; hay un espectáculo más grande que el cielo, que es el interior del alma.
Y ¿cómo puede el alma enfrentarse a un desafío tan mortal?
La pupila del ojo se dilata en tinieblas y al final, encuentra la luz, así como el alma se dilata en la desgracia y al final, encuentra a Dios.
Sí... Cualquier cosa que cause la noche en nuestras almas puede dejar estrellas.
El alma ayuda al cuerpo, y en ciertos momentos lo eleva. Es el único pájaro que sostiene su jaula.
¡Ay, ay de aquellos que solo han amado cuerpos, formas, apariencias! La muerte les robará todo. Intenta amar las almas, las encontrarás de nuevo.
Oh, qué cosa tan sombría, no saber la dirección del alma de uno.
Siento que te enfrentas al mundo hoy
Sí... Soy un alma. Sé bien que lo que voy a hacer hasta la tumba no soy yo mismo. Que iré a otro lado. ¡Tierra, tú no eres mi abismo!
No estoy en el mundo para cuidar de mi vida, sino para las almas.
Te quiero, Víctor Hugo. Te quiero Francia.
George Onsy -Egipto-
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