Te amo, soy un lobo cazador que ha caído en tus brazos... tu ternura me venció, tus ojos me atrajeron tanto, tendiste trampa de mujer bonita y tu lobo cazador resultó ser ternerita... aquí me tienes rendido a tus pies y seducido por tus armas de coquetería, cuando iba atacar apenas en aullerío en brama... tú en modo sensual y atrevido, desarmaste mis fauces... mis enojos con caricias sutiles, se transformaron en terciopelo y gardenias y en mi corazón feroz, nació un sentimiento nuevo para mí, llamado amor... el lobo para ti resulto ser dulce palomita, comiendo de tus lindas manos, alpiste...
Agustín H. Castañeda
No hay comentarios:
Publicar un comentario