Mi cadáver y yo
caminamos orgullosos
por la calle treinta de marzo… (VDG)
Entro a San José De Las Matas
no por La Avenida, sino por la nostalgia.
Vuelvo como si no me hubiera ido
llevando de la mano
a un niño de ocho años que soy yo mismo.
Mi corazón se mece y multiplica en los samanes
y se vuelve Uno con el corazón y los colores de las ciguas palmeras,
los petigres, ruiseñores, barrancolíes, calandrias,
zumbadores, pájaros bobos, tórtolas y cigüitas
que siguen habitando mi niñez.
Y mi tristeza se columpia
con las guajacas de los samanes,
viviéndome más que yo mismo, amándome más que yo.
Y La Avenida, que sigue doliéndome en la nostalgia,
se marcha con mi niñez, ya no sé hacia donde…
Victor Diaz Goris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario