Llevo tantos siglos crucificada
esencia manada de mi propia indecisión
los cabellos marchitos de caminos
y los escombros rellenando pisadas de otras épocas.
El aire va martillando mi espíritu
doliente ruego nacido de la libertad
gozo profundo y ardiente en el nido
pecho adormilado en los brazos de un ciego atardecer.
He marchado disolviendo lentamente mi calvario
agobiante peso de una sombría existencia
masticando tiempos en el anochecer de una alcoba.
Ayer debí lavar mis manos de vagabunda
hierba apacentada en el jardín de los cristales
sangrienta tierra profanando ideas
en el manantial de fermentados vinos no libándose.
Ya no huelo a estiércol
otro devastador cansancio arrulla mis extremidades
junto a los árboles que una vez fueron árboles
y hoy desechos humanos suplicando cobijas
abrazando al frío de impura fosa no comprada.
El aire.
Las risas se perdieron en la caracola
la arena en el mar.
Sólo queda desierto mi destino
buscando otros caminos, buscando otras arenas.
Quiero vivir y no morir en mi cruz,
martirizada
Del Libro "Mi Sandalia en el Tiempo" de
Gaby Gómez -Chile-
No hay comentarios:
Publicar un comentario