TU MIRADA

¡Quién lo creyera!
Los suspiros del viento
Noticias de ellos me traen.

Sí... yo los siento.
Siento la presencia
De esos preciosos
Ojos candentes.

No puedo resistirme
A buscar su mirada.
Ella...
Ella penetra mis sentidos
Y a mi piel pone latente.

Son tus ojos...
¡Son tus ojos!,
Preciosa amada mía,
Los responsables
De esta inusitada alegría.

Esos candentes ojos
Han quemado el rinconcito
Donde se alojan mis amores.
Allí...
Allí ya no hay jardines,
Allí ya no hay flores.

Son mis esperanzas,
Preciosa amada mía,
Que, en no lejanos días,
De tu boca pueda escuchar
Que mucho en mí piensas,
Que me llegarías a amar
Y que tu mirada y sonrisas
Por siempre serán mías.

¡Oh mundo de ilusiones!,
Incluye en lista
Un posible rechazo;
Pero... también que en ella
No se deposite aquello
Que queda del inmenso
Mar de mis pasiones.

Jaime Enrique Otero Sáez (Colombia)