La mágica noche bordaba con diamantes las estrellas,
las danzarinas olas del mar reían de alegría.
La magia de tu voz que al oírla me desnuda,
tiernos susurros rompiendo nudos de silencios.
Delirio mágico tus besos de amaneceres,
rebeldes cabellos con aromas de lluvias en verano.
Alumbra la ilusión mágica de acercar nuestros labios,
luz tímida de tu mirar abrazando las sombras de los deseos.
Vuelan cascadas de olores cítricos y dulces de guayabas,
como hechizos de hadas, atrapa el soñado amor,
fluyen destellos de ilusiones, alegrías en el viento del alma,
divina magia la de amarte cada día… mucho más.
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-
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